miércoles, 8 de febrero de 2012

LA MONARCA A SU PASO POR TLALPUJAHUA

Cada año a fines del mes de Octubre, millones de mariposas monarca llegan a los bosques Michoacanos después de un largo viaje de 4.000 Kms. desde el norte de los Estados Unidos de Norteaméarica para reproducirse y luego retornar siguiendo un ritual antiquísimo.
La mariposa fue motivo de estudio, veneración y respeto para los sabios prehispánicos, nombres toponímicos mexicanos como el de Papaloapan ("Río de mariposas"), Papalotepec ("Cerro de las mariposas"), etc. Reflejan la importancia que tenía para ellos este insecto lepidóptero, se conoce una docena de nombres náhuatl con las que las identifican. A ciertas mariposas las asociaban con la belleza, el amor y las flores, en tanto que otras constituían un mal presagio.


Cabe mencionar que en los cinco santuarios protegidos que componen la REBMM se distinguen claramente dos áreas: la denominada "zona central", compuesta por los santuarios de Cerro Pelón, Campanario, Chivatí-Huacal y Sierra Chincua, en los municipios michoacanos de Zitácuaro, Angangueo, Aporo, Senguio y Ocampo y en los de San Felipe del Progreso, Donato Guerra y Villa de Allende en el estado de México. La segunda área es la de Cerro Altamirano, a 50 kilómetros aproximadamente de la zona central y localizada en los municipios de Contepec, Michoacán y Temascalcingo en el estado de México. Además de la distancia que separa el santuario Cerro Altamirano del resto de los santuarios, ambas regiones tienen diferencias muy marcadas en cuanto a dinámicas de la población, manejo de los recursos naturales, actividades económicas y presión sobre los bosques













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